Reflexión acerca de la clase del día 16/08

Ayer, por la noche, impartí mi segunda clase de Español con el nuevo grupo. Luego que llegamos, la dirección de la escuela estaba con la puerta cerrada, la directora hablaba con unas cinco chicas. Después de la reunión, compartió con nosotras, las chicas han demostrado, a algún tiempo, un pésimo comportamiento en clase, donde insultan, menosprecian, se ríen de las profesoras. Según una de ellas, impartir las clases en aquel grupo es casi imposible, la mejor manera que ella posee para amenizar el problema es ignorar esas alumnas. Por el contrario, tendrá que afrontarlas todos los días. Delante de la situación, me puse en la posición de la profesora y empecé a reflexionar. Como son difíciles esas situaciones, pues convivimos con los profesores/alumnos casi todos los días, es una relación que necesita de estabilidad para que el trabajo pueda desarrollarse. Yo rechazo la idea de ignorar los alumnos, soy a favor de una buena charla para resolver el problema, pero, en ese caso, no es solamente una profesora que reclama, es la mayoría. Entonces, ya me parece que las alumnas tienen ganas de embromar los profesores e impedir los demás de aprender.  Solo no comprendo esa revuelta de las alumnas, pues no son obligadas a estudiaren, no son como adolescentes que están en la escuela regular, no veo motivos por el cual actúan así. Seguiré fijándome en esa situación para ver se descubro los reales motivos.

Como yo me acostumbré con el comportamiento de mis antiguos alumnos, me deparé con una situación distinta ayer. Los dos alumnos nuevos, que poseen 16 años, desde cuando entré en la sala ellos empezaron a demostrar un comportamiento desagradable, uno de ellos discutió con una compañera, también sacó la hojita de la semana pasada de otro y no paraban de intentar llamar la atención. Delante esa situación,  antes de empezar el trabajo, les expliqué, en Portugués, que desarrollar el trabajo así era imposible, que los dos ya eran mayores y que me gustaba llevar cosas agradables para la clase, pero si el problema no tuviera un fin tendría que cambiar mi metodología. Yo comprendo que soy practicante y nueva en relación a edad, por eso creo que ellos intentarán hacer un teste conmigo para conocer mi reacción, así traté de les mostrar como actúo y espero que los alumnitos cambien su comportamiento. Seguí mi clase normalmente, no les destraté e incluso solicité mucho la participación de los dos en las actividades. Los dos se pusieron más tranquilos y contribuyeron con lo que les solicité. Percibí que mis tres alumnos antiguos no se mezclan con los nuevos, incluso una alumna me dijo que ellos son pesados en sus bromas, por eso, en la próxima técnica (juego) que yo fuera proponer, intentaré mezclar los alumnos y hacerlos interactuar con los demás.

Yo apliqué una técnica sobre la Colombia, a través de huellas con curiosidades sobre el país, ellos deberían adivinar sobre cual estábamos hablando. Para incentivar más los alumnos, resolví dividirlos en dos grupos y también dividir las huellas, así cada grupo lanzaba una cuestión al otro. Para mi sorpresa, los alumnos tenían bastante conocimiento sobre los países de lengua española, ninguno de ellos dio una respuesta inaceptable, por el contrario, costaron a descubrir el país pero las respuestas fueron muy válidas. Lo que me gusta en los juegos es la agitación de la clase, todo arriesgando un hipótesis y riéndose de los errores. Por el final, les entregué el mapa con los países de lengua española de América del Sur y ellos fueron descubriendo donde se quedaba este o aquel país. Me parece que les gusta la Geografía. La profesora titular elogió la técnica y dijo que copiará para sus próximas clases.

Para finalizar, les digo que me puse muy contenta porque uno de los alumnos nuevos al final de la clase me preguntó se yo tenía en mi celular la canción de la primera clase, yo le dije que no pero la semana que viene la llevo. Luego, pode percibir que acerté en elegir los cantantes.