Con la gracia de Dios, ayer impartí la primera
clase de la Práctica II. Así como compartí con la compañera Elenara, ahora hago
lo mismo con ustedes, antes de rever el grupo yo estaba tan nerviosa que me
faltaba el aire. Incluso, Elenara me dijo que no había motivos para eso, porque
yo ya conocia y había trabajado con los alumnos. Pero, la maldita ansiedad que
me acompaña, no me pasa tranquilidad.
Cuando llegamos a la escuela, conseguí me
tranquilizar un poquito, pues fuímos muy bien recibidas por todos. Es muy
positivo para nuestra práctica, como para la experiencia docente esa
interacción agradable con la escuela. Es como un estímulo a nosotras que
estamos empezando en la profesión. Pero, infelizmente sabemos que ni en todas
las escuelas existen ese tipo de relación afectiva.
Antes de empezar la clase, fuí hasta la puerta de
mi grupo para verlos y les cumplimentar. Mis antiguos alumnos luego me hecharon
besos, pero para mi sorpresa veo dos chicos, muy jovenes, creo que con quince o
dieciséis años de edad. De pronto percibi que tendría problemas y que las
clases que yo impartía no serían las mismas. Volvi a la dirección más
preocupada que ya estaba. Pero, las palabras que Profa. Valesca me dijo un día,
las recordé. Soy una persona que tiene muchas pre concepciones, es decir, yo
idealizo personas o situaciones antes mismo de conocerlas. El peor de todo, es
que me preocupo con eso antes de comprobarlas. Las apariencias me engañan.
Para mi sorpresa, los alumnos nuevos se
comportaron como los demás. Incluso participaron de todas las propuestas, con
la lectura, opinaron e incluso elogiaron la canción que yo había llevado. Uno
de ellos me dijo: “massa a música, professora”. Bueno, pode comprobar que
acerté en la elección. Espiero que los dos no desistan de los estudios, como es
muy normal en la EJA y que contribuyan para mis clases, que no las molesten.
Tengo miedo del desconocido. Pricipalmente, porque los chicos son adolescentes
y pueden ser rebeldes.
Después de nuestra presentación, percibí que uno
de mis alumnos antiguos no estaba allá, pero pensé que estuviera faltado. Les
pregunté sobre Jackson y ellos me dijeron que él no había aprobado, continuaba
en la T3. No me puse resignada, porque él me parecia poseer algun problema
mental que no le impedia de aprender un poquito y también contribuir con mis
clases. En los momentos que pasé con Jackson percebí que realmente tenía
dificultad para raciocinar y comprender los contenidos, pero tenía otras
capacidades como traer algún conocimiento nuevo para las clases, como las
palabras que yo enseñaba con una equivalencia del Español de Uruguay o cuando
yo le daba huellas para descubrir algo y él lo adivinaba. Mu puse muy triste
pues cuando les hice la entrevista del grupo focal, vi que él comprendía mis
preguntas como los demás, pero una de suyas respuestas me llevó a creer que él
sufrió algo en su niñez y eso puede haber afectado su desarrollo mental. Pero,
infelizmente las escuelas o los profesionales, hechos a martillo, no
consideran eses problemas e imponen cosas que no tienen nada que ver con lo que
los documentos oficiales defienden para el funcionamiento del sistema escolar.
¿De qué sirvió yo intentar le motivar se la escuela impidió?
Como yo iba a trabajar con una canción, decidí
llevar también el video y pasar en mi computadora, así yo tendría muchas cosas
de interpretación para preguntarles y quien sabe les poner a hablar en Español.
Cuando fuí pasar el video, les pedí que se fijasen en las imagenes y ellos me
pidieron para desconectar las luces para mejor verlo. Yo me fuí para el fundo
de la sala y me puse a reír sola, porque parecían niños vendo una película de
dibujos animados, atentos. Era justamente lo que yo quería, pero no creí que
harían así. Luego que finalizó el video sueno el señal y finalizamos la clase.
Ni la interpretación oral fue posible hacer.
Ya que debemos reflexionar sobre nuestra actuación,
ayer descobri un problema que me acompaña desde la Práctica I. Cada
palnificación que hago para una clase, llevo dos para desarrollarla. Yo tengo
la costumbre de parar las clases para les explicar sobre las cosas que ellos me
preguntan o dudas que tienen y así me agarro muchíssimo a detalles y el
importante cuesto a llegar. Es que hay reglitas importantes que siempre repaso
para que ellos no las olviden. Intentaré cambiar eso un poquito.
Yo me olvidé, incluso en los planes, que nuestro
horario de clase cambió, pues cambiamos de totalidad, mis clases ocurren a las
ocho de la noche. ¡Ojalá! que la Práctica II sea tan buena como la I.
Carol, lamento muchísimo que el alumno con problemas mentales no forme parte más de tu grupo, creo que él contribuía con las clases y, también, en tu formación como profesora... Una curiosidad: en mis clases ocurrían algo parecido con lo que ocurre en las tuyas. Siempre faltaba tiempo para una actividad propuesta en el plan! Pero ayer, por primera vez, conseguimos hacer todo lo porpuesto, me puse contenta. Creo que sí es una cuestión de planificación. Por fin, quiero decirte que esa práctica va ser muy buena también, así como la primera, o mejor! Besos
ResponderEliminarJéssica, me puse muy triste con la salida de Jackson, es verdad, la interacción con él me hizo reflexionar muchíssimo acerca de la enseñanza. Cuanto a los planes, tengo dificultad en hacerlos cortitos, para me parecer con sentido, início, medio y final, yo les hago muy largos y jamás conseguí desarrollar todo en una sola clase. Gracias por el incentivo. Besos
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