Ayer, por la noche, impartimos en duplas, la tercera clase en duplas. Para nuestra sorpresa, fuimos avisadas que hasta al final práctica impartiremos juntas las clases. Según lo que hablamos acerca de las clases, para nosotras fue una experiencia difícil, pues los choques de ideas, opiniones y actuaciones ocurren a todo momento, pero fue bastante productivo por el compartir de estrategias y creencias, además de ser agradable y divertido porque es bastante confuso, pues no imaginamos lo que la compañera va a decir en el próximo momento e intentamos conducir la clase a nuestra manera y la compañera la suya. Ahora comprendo el porqué después de la clase nos ponemos a reír, de tantas confusiones.
En el primer grupo que impartimos, Solange y yo, me pareció el peor de la noche. No por la mayoría de los alumnos, pero por una alumna que no había ido aún a nuestra clase en duplas (es la chica que Elenara contaba en sus reflexiones que hacía burlas de sus compañeros), pero ayer ella resolvió afrontarnos y llevar más tres compañeras a hacer lo mismo. Intentamos hacer el posible, primeramente solicitábamos la participación de ese grupo, cuando vi que ellas estaban haciendo preguntas inoportunas y se reían toda la hora, resolvimos ignorarlas, incluso hasta hice una expresión de poca importancia a la hora que ellas hablaban esas cosas idiotas. Rechazo la idea de ignorar a algún alumno-problema, pero si intentamos les incluir en las discusiones y ellas se comportaban con la intención de exhibirse, no había más lo que hacer, sino interactuar con los demás que querían participar. Otro aspecto que me puse aburrida en la clase, fue que a través de las palabras de Solange y de la observación de Elenara, supe que impedí dos veces de Solange hablar, pero no me di cuenta que le hice gestos groseros, por los nervios que yo estaba de esas chicas impidieren el desarrollo de la clase y el miedo que todos los compañeros hiciesen lo mismo, yo empecé a hablar más ligero y hacer más preguntas, incluso para ellas, para no dejar que los demás asuntos se expandieren. Entonces yo hablaba, hablaba, hablaba como una loca porque cuando los alumnos consiguen impedir la clase, ella jamás será la misma.
Durante la clase en mi grupo, Elenara y Solange empezaron por el diálogo en el mercado que los alumnos hicieron por parejas. Sentí una gran timidez de mis alumnos pero las dos chicas les motivaron a través de ayuda oral sobre como lo debían hacerlo, hasta que la actividad se concluyó y partieron a la próxima. Como íbamos trabajar con el cuerpo humano tuvimos la idea de hacer como pre-actividad un ejercicio de relajamiento, mientras tocaba una canción, todos los alumnos participaron y me sorprendió la manera comprometida que hicieron, que salieron perezosos. Me gustó muchísimo. Como ellos son de la totalidad 4, iniciación, me gusta la actuación de las dos compañeras que recurren al pizarrón todo el momento, pues la iniciación no tiene mucha idea de escribir a partir del oral, necesitan ver la palabra.
Para finalizar, tuvimos una sorpresa Elenara e yo en el grupo de Solange, pues íbamos a hablar sobre Juanes y imaginábamos que ellos ya, por lo menos, habían oído algo sobre la banda. Nuestra estrategia fue hablar sobre las temáticas sociales que ellos abordan en sus canciones y después hicimos un gancho con la situación que São Paulo está pasando a causa del tráfico de drogas igual a Colombia. Y la mayoría de los alumnos leyó y contribuyó con sus opiniones acerca de los temas.
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