domingo, 9 de setembro de 2012

Reflexión acerca de la clase del día 06/09

El jueves, por la noche, tuve una sorpresa buena y una mala cuando llegué a la escuela. La buena fue que me fueron ofrecidas dos clases por la falta de una profesora y que yo podría ocupar los dos últimos periodos de clase. Lo que es excelente para nosotras, practicantes de una escuela regular, que estamos con los días contados hasta el final del año.  Luego que sueno la señal me dirigí muy contenta a la clase, que para mi segunda sorpresa, me deparé con solamente tres chicas en clase, incluso una era la primera vez que participaba de mis clases. Con la situación no sabía cómo actuar, pues el contenido era nuevo y faltaban cuatro chicos que frecuentan desde el inicio de la clase. ¿Qué hacer se yo no había llevado nada a más que los dos próximos planes, lo que yo iba a desarrollar y lo que llevo de reserva por seguridad?
Yo me puse bastante insegura para decidir lo que haría en una situación como aquella que estaba delante de mí. Entonces resolví trabajar el plan, pero de manera distinta. Las chicas demostraron bastante dificultad para comprender el texto, tanto sobre el género anuncio cuanto a las partes de la casa. Así, apuntamos en el pizarrón y ellas en el cuaderno los nombres, también me valí de muchísimas mímicas y dibujos para les explicar el contenido. Solo en el texto llevamos una de las clases. Pesar de haber desarrollado el trabajo muy despacio, saqué una lección, que las mímicas traen mucha euforia a la clase, pues ellas intentaban a adivinar las palabras y nos reímos bastante.
Tras ese momento les entregué otra hoja con el dibujo de las piezas de la casa y mi trabajo tomó otro rumo, al revés de me cuestionaren acerca de la estructura de la casa, la duda fue cuanto a los muebles. La suerte es que yo ya había previsto eso y apunté el nombre de todos en mi hoja. Me llamo la atención que ocurrió repetidamente que las chicas no conocían cosas simples de nuestro cotidiano, no el nombre, pero el objeto o la pieza, por ejemplo. Eso me hizo darme cuenta de las diferencias sociales de los alumnos que trabajamos, en aquel grupo el nivel social me parece bastante regular, pero me pongo a pensar como trabajar en un grupo con diferencias sociales, cómo debemos actuar para alcanzar al público en general, y se el profesional de la educación planea pensando en la mayoría y hay algunos que desconocen la situación. Eso me parece bastante complicado.
Para finalizar la clase, mi propuesta era una competición entre dos grupos, que con tres alumnas yo no montaría. Entonces resolví pedir a las alumnas que me escribiesen un anuncio pensando en una casa de su sueño, incluso podrían la dibujar se quisiesen. Las chicas empezaron sus anuncios y luego sueno la señal. Después del ocurrido, me puse a pensar que hubo, por lo menos, dos fallas en mi actuación, o mejor dicho, mi adaptación a la situación. Una de ella es que no debería les solicitar que me escribiesen un anuncio se era la primera vez que trabajaban con el género, es obvio que les hice reflexionar sobre el género, pero por una vez sola. El otro problema que percibí es que a partir de esa experiencia empiezo a llevar a las clases algunas actividades o propuestas extras, caso ocurra un problema de esa naturaleza nuevamente.
En la próxima clase pretendo y creo ser ético que yo haga un breve repaso del nuevo contenido a los alumnos ausentes, pues ellos son la mayoría. No me voy a detener, pero lo revisaré. Yo debería, antes de la clase, darme cuenta que era víspera de un feriado y los alumnos siempre lo aumentan. Pero, todo sirve de aprendizaje.     
      

1 comentário:

  1. Carol, nuestras clases se parecen incluso en los problemas... el jueves pasado también estaban presentes apenas 3 alumnas de mi grupo, si bien él sea formado ahora por solamente 7 de los 12 que estaban en el listado. 2 alumnas que no fueron me han justificado sus ausencias por correo electrónico, pero otros 2.. ni idea de lo que ha pasado, si fue la víspera de feriado o simplemente pereza de salir de casa. Bueno, me parece importante tu reflexión sobre las diferentes clases sociales de los alumnos y, asimismo, los diferentes orígenes que tienen nuestros alumnos. Yo tenía dos que no eran gauchos y, además de eso, no conocían algunas cosas de nuestra cultura como, por ejemplo, los rodeos. Es complicado. Sí debemos siempre estar preparadas para estas diferencias y planear clases pensando en ello, lo que no es fácil. Besito

    ResponderEliminar