sexta-feira, 12 de outubro de 2012

Reflexión acerca de la clase del día 11/10

Ayer, por la noche, con la gracia de Dios, pude impartir dos clases, pues una profesora me cedió su clase y desarrolle un plan y medio. Lo que me deja más tranquila, creo que he aprendido a planear las clases de acuerdo al corto tiempo que ellas tienen. Ahora estoy con un plan en retraso que desarrollaré semana que viene, en la próxima semana empezaremos un trabajo distinto, conforme las orientaciones de Profa. Valesca para impartirnos las veinte clases necesarias para la Práctica II. La propuesta es la siguiente, Elenara, Solange e yo estamos haciendo los planes para los tres grupos juntas y a la hora de impartir la clase una dupla ministra en el grupo de la otra, por ejemplo Elenara e yo impartiremos en el grupo de Solange y así consecutivamente. Durante tres noches eso ocurrirá, lo que convertirá en nueve clases para nosotras. Mientras la dupla desarrolla el trabajo, la otra practicante tendrá que evaluar las mismas y reflexionar sobre la actuación de ellas, así cambiaremos conocimientos y mejoraremos nuestro trabajo, creo. Solo me pongo a pensar sobre una cosa, como es difícil decir para la compañera que no estás de acuerdo con lo que está haciendo, ya percibí en la planificación de las clases y probablemente ocurrirá en la actuación, pues si tenemos una manera de trabajar y creemos que la metodología o estrategia de enseñanza están de acuerdo, son las mejores, es bastante complicado aceptar y cambiar nuestras creencias, pero sabemos que eso ocurrirá siempre si actuarnos como profesionales de la educación, entonces que todo salga bien.
El inicio de la clase seguimos el plan de la clase pasada que no hubo tiempo para finalizar. Leemos una noticia sobre Quino, el padre de Mafalda, ya que estábamos hablando de Argentina. Los alumnos no se mostraron muy interesados por el texto, ni siquiera cuando hablamos de las cuestiones sociales que el autor critica en sus historietas, me parece que era por ser bastante largo, y llevamos un cierto tiempo para la lectura e interpretación oral. Entonces para no tornar la clase aburrida, cuando sueno la señal, al revés de seguir en el otro plan de inmediato, hice un comentario, en Portugués, sobre el sonido que un animal que estaba cercano a nuestra ventana hacia, era una serpiente. Les conté sobre la inundación que afecta mi ciudad y del mismo animal que vive cercano a mi casa y durante las lluvias emite el mismo sonido. Los chicos de la clase, que ya trabajaron o trabajan en el campo, me contaron historias absurdas sobre las serpientes. No era necesario exponer eso acá, les comparto solamente para aclarar la estrategia que use para descentrar el grupo del aburrimiento, pero lastimosamente lo que pasaba en aquel momento no tenía nada que ver con el asunto de mi clase.
Para mi suerte, cuando la profesora titular del grupo se fue de la sala, hizo una broma acerca de las elecciones municipales, se refiriendo a Bagé y luego la clase se perdió en el asunto. Justamente yo estaba por entregarles tres historietas de Mafalda, que obviamente aborda esas temáticas. Entonces aproveché la situación y hice un gancho para trabajar con el género textual. Percibí que los asuntos o temáticas polémicas son peligrosas de trabajar, pues se puede generar una pelea, pero fue el momento que sentí que todos los alumnos querrían participar y dar su contribución con mi clase, principalmente cuando hablamos del machismo, que aún existe, pero en menos proporción que antiguamente. Lo que me llamó la atención fue que los hombres de la clase también defendieron las mujeres, mismo cuando Mafalda las llamó de chismosas. Yo dejé que esas discusiones durasen bastante tiempo pues creo que ellas enriquecen el conocimiento y opinión de los alumnos y les ayuda a desinhibir cuando exponen su opinión delante los demás.
Para finalizar hice una breve explicación sobre los pronombres personales y el verbo ser y estar. Me sorprendió el conocimiento previo de los alumnos acerca del uso de los dos verbos, cuando indican permanencia o transición.

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