Ayer, por la noche, impartí la séptima clase en mi grupo y empiezo a me poner nerviosa y preocupada porque aún estoy en el plan de clase V. Antes de mi clase, ellos tienen clase de Artes, la profesora tiene una deficiencia, o sea, no tiene un brazo. En sus clases, lleva una gran cuantidad de materiales para los trabajos y cuando suena la señal, por lo menos tres de mis alumnos les ayuda a llevar el material para el otro grupo. Solamente eso, me hace perder unos cinco minutos de clase. Después viene la historia de la merienda, algunas alumnas venden empanadas, para mi suerte, justamente en el horario de mi clase y se van más cinco minutos de mi clase. Cuando menos espero, suena la señal para finalizar la clase, con más o menos, 40 minutos. Está bastante complicada la situación, ayer, yo conseguí desarrollar solamente la mitad del plan y aún tengo dos que necesito trabajar antes de la propuesta de Profa. Valesca. Entonces, estoy reflexionando sobre proponer una o dos actividades por clase, pues un plan completo ya vi que es imposible.
Empecé a trabajar sobre Argentina y llevé la canción “Color Esperanza” de Diego Torres. Me llamo la atención que cuando les hice preguntas orales sobre la canción, lo que estaba escrito ellos me contestaron con certeza, pero cuando les pedí para hacer una relación de la canción con el mundo, no solamente con Argentina, ellos se pusieron pensativos, dudosos y demoraron para me contestar. Entonces, me puse a reflexionar sobre un asunto que abordo en mi TCC, que es la problemática cuestión que la escuela no estimula los alumnos a pensar de acuerdo a su realidad, a su opinión, pero ya les da todo listo. Para ser un buen alumno es necesario seguir el raciocinio de la profesora, del libro didáctico, como si la verdad fuera una sola. Algunas escuelas, no se puede generalizar, no consideran la interpretación, la opinión de los alumnos, hasta mismo porque cada persona tiene una realidad, una vivencia y yo relaciono esta dificultad de los alumnos a la cuestión recién citada.
Ahora, les comparto que la clase se tornó muy divertida cuando les propuse la adivinación del país que hablábamos a través de imágenes y una de ella fue de Diego Maradona. Los chicos empezaron a opinar y discutir sobre el jugador. Unos le rechazaban otros le defendían, nosotras, las mujeres, nos reímos muchísimo. Me parece interesante llevar imágenes de cosas o personas que representan el país, los alumnos demuestran bastante interés para intentar adivinar y la clase se convierte muy agradable. Incluso, además de ser una ligera actividad, se puede comprobar el conocimiento previo de los alumnos acerca de la cultura de los países hispanoamericanos.
Otro aspecto me interesó, cuando les propuse una actividad, más o menos parecida con esa de las imágenes, solo que fue una competición, sobre Colombia, los alumnos llevaron mucho tiempo hasta descubrir el país. Y esa que les llevé ayer, sobre Argentina, por la bandera, Casa Rosada y Maradona, luego me dijeron el país. Lo que comprueba la importancia de la localidad cuando se trabaja una temática, lo que estuviera más cercano de los alumnos, sin duda, me parece más incentivador para ellos. Ahora me pongo a pensar sobre Uruguay, será que ellos tendrán facilidad para descubrir.
Creo que por hoy es eso, solamente estoy bastante inconformada con el pequeño tiempo de las clases, pero pienso que lo que debo hacer es planificar para un tiempo menor o mejor dicho, intentar cambiar la planificación, porque también no es una tarea fácil.