Con el corazón partido por la llegada del final de
la Práctica I, principalmente por la falta de contacto con mis alumnos, hago la
reflexión de la última clase que fue impartida ayer. La costumbre que yo hice
de ir a la escuela todos jueves y nuestras clases, en la mayoria de las veces,
agradables, me hacen extrañar desde ahora. Como yo ya dije en otras
reflexiones, los lazos de amistad que criamos con los alumnos tienen un lado
positivo y otro negativo. Positivo es casi todo, pero negativo es la falta que
sentimos de las personas que tenemos afecto, principalmente por que no vivimos
en la misma ciudad, dificilmente los volveré a ver. ¡Ojalá! que yo aprobe y pueda hacer la Práctica
II, así mismo, el final de año llegará y la falta de contacto también.
Ayer, me sentí muy nerviosa antes de entrar en la clase por el miedo de no saber mediar el “grupo focal”, fundamental para la escrita de mi artículo. También porque las clases de la escuela están terminando más temprano, pues es el momiento de las recuperaciones, y creí que el tiempo no sería posible desarrollar todo. Entonces, Elenara me proferió palabras de fuerza y me acalmé un poquito, por lo menos, la ansiedad me destruye. La verdad es que mis nervios no eran solamente por el artículo, pero mis preguntas estaban relacionadas a mi práctica, lo que se convertió en una evaluación para mi. Pesar de saber que hice lo mejor que pude.
Cuando nos sentamos en círculo, yo miré aquellos ochos ojitos curiosos por descubrir lo que se pasaba y encontré fuerzas para hacer la recolección con tranquilidad. “Se melhorar, estraga” fue lo que más oí, y llegó una hora que las lágrimas se posesionaran de mis ojos, pero las agarré. Las respuestas de los alumnos, para mi, fueron muy inteligentes, demostraron comprensión y seguridad por lo que dijeron. No imaginaba que tendrian capacidad para contestar de la manera que hicieron. Yo aproveché para preguntarles sobre mi metodologia (juegos, canciones, dibujos), caso yo vuelva a trabajar con ellos, y me dijeron que estaba todo muy bueno y que la competición, principalmente, en los juego les ayudaba muchísimo a aprender.
Después de la recolección de los datos, les dije que todo habían pasado con una buena nota. Profa. Débora, así que llegamos a la escuela, nos dió la oportunidad de elegir la nota adecuada a cada alumno. Como ya dije en las otras reflexiones, les dé buenísimas notas, pues además de acertaren casi todo en la evaluación, la participación de ellos en mis clases fue constante. Son verdaderos vencedores.
En la última pregunta, muchos me dijeron que
tienen ganas de seguir estudiando español y incluso me dijeron las profesiones
que anhelan, relacionandolas a la necesidad del estudio de lenguas extrangeras.
Los alumnos hicieron mucha referencia a la paciencia que yo tengo para enseñarles
y que ni siempre es así. Las palabras de
ellos se convertieron en una inyección de ánimo para mi, quien salió motivada
fue yo. Salí con la consciencia tranquila y realizada de la clase.
Para finalizar, Profa. Débora y Directora Varlene cuando se despidieron de nosotras, nos dijeron que estaban esperando ansiosas nuestra vuelta. La Práctica I, sin dudas, fue uno de los momientos más importantes para mi formación. No solamente las clases, pero toda la instituición nos acogió con muy cariño y dedicación.
Abajo las fotos con los alumnos y con la profesora titular del grupo.