Ayer, impartí dos
clases en mi grupo. Llegué a la escuela pidiendo una clase a más para la
directora, para ser posible repasar todo el contenido, que de pronto, me la
concedió. Solo que vi un problema, las
dos no eran juntas y me pareció no ser posible la continuidad del trabajo.
Pero, estamos nos titulando de profesoras y debemos nos acostumbrar con los
cambios, que piden adaptación inmediata. Por el contrário, las dos clases
separados me ayudaron muchíssimo, pues pude corregir la simulación de cada uno
con tranquilidad y reflexionar sobre el aprendizaje de ellos.
La reflexión de la
semana que pasó, hable un poquito sobre el estado de nervios que nos ponemos
delante de las evaluaciones. No sé lo que pasa con los seres humanos en
general, parece que en la hora del examén pasa un blanco en la cabeza, nos
olvidamos de todo y ni conseguimos pensar. Luego que les entregué la
evaluación, los alumnos me dijeron cosas como: “es difícil”, “yo no sé hacer
eso”, “me sacaré una mala nota”, en portugués. Diferente de lo que ocurrió
conmigo en la enseñanza básica, que las profesoras usaban las evaluaciones como
una manera de imponer miedo y respecho, ya que a todo el momiento nos
amenazaban con eso. Yo hice de la siguiente forma, les dije que iba a explicar
todos los enunciados, que contienen palabras desconocidas para ellos, les
acordé ligeramente de algunas partes del contenido que había en el examén y les
propuse ayuda durante la prueba. Ellos, de pronto, se pusieron más tranquilos y
la hicieron.
Les ofrecí ayuda
porque pienso que la evaluación es continua, durante todos los momientos de la
clase. Yo no puedo obligarlos a se acordar de todo en un momiento. Y como veo,
todos mis alumnos, incluso el chico que tiene una enfermedad mental, participan
y contribuyen con todas las propuestas durante las clases. Pesar de pocos,
demuestran bastante esfuerzo y dedicación. Dejo claro que eso ocurre durante
las clases, se van a estudiar para la prueba en sus casas , ya no puedo
afirmar. Me parece que fuera de la clase, la dedicación a los estudios
disminuye, hasta porque muchos trabajan. También pienso que todo nuestro
estudio sirve para mostrar que, en la educación, muchas cosas necesitan de
cambio y mejora. Para mi, una de ellas es la obligación de estudiar solamente
para la prueba y los demás días, no es necesário ni tocar en los cuadernos. El
aprendizaje es constante, debe ser demuestrado todos los días, a través de
trabajitos secundarios y participación en clase.
Cuando empecé a leer
los exámenes me sorprendí. La majoria de los alumnos hizo casi todas las
actividades y cometieron pocos errores. Solamente el alumno que tiene el problema,
hizo la metad de la prueba, los demás la concluyeron. Lo que más me sorprendió
y me gusto es que cuando les solicité que escribiesen frases, en la evaluación,
yo esperé ver lo que ya había dicho, para escribir las palabras estudiadas en
Español y las demás, si no supieren, en Portugués. Para mi sorpresa todos las intentaron
escribir en Español, cometieron muchos errores, pero solamente la iniciativa
dev ellos ya dejo satisfecha. Para mi, es más importante ellos escribieren en
Español con errores, que en Portugués adecuado o correcto en un examén de LE.
Durante la última
clase les felicité, pues para el nivel de ellos, estaba muy bueno. Y eso, creo
que haya contribuido para el estimulo de ellos, que cuando me entregaron la
prueba, estaban inseguros cuanto a lo que hicieron. Después, repasamos todo el
contenido, yo les preguntaba todo individualmente y ellos me contestaban. Algunas
cosas, vi la necesidad de escribir en el pizarrón, pues la memoria visual es
positiva para el aprendizaje. Para finalizar, les expliqué como será la
evaluación para la semana que viene, dice que yo no acepto las trampas y que
deberían estudiar un poquito más para hacerla.
¡Ojalá! que salgan
bien semana que viene, que yo estaré con los dedos juntos, torciendo por ellos
y por mi.