sexta-feira, 7 de dezembro de 2012

Reflexión acerca de la finalización de la Práctica II

Ayer, por la noche, ocurrió la conmemoración de despedida de los alumnos, profesores y funcionarios de Peri. No puedo dejar de decir que fue un momento muy emocionante y triste, ya que las despedidas, por lo general, no son buenas. Pero, son comunes a la vida. Primeramente, quiero compartirles que para que la despedida se convirtiera más intima, con los alumnos, resolvimos hacerla separadamente, es decir, cada practicante con su grupo. Pero, con los funcionarios y profesores de la escuela hicimos juntas, ya que eran muy merecidos por toda la ayuda y cariño dedicados a nosotras.
Ayer, por la mañana, cuando estaba apuntando las notas de mis alumnos y haciendo el mensaje que les entregué juntamente con una foto nuestra, leí las evaluaciones que ellos hicieron acerca de mi práctica, la semana pasada. Dividí esa evaluación en tópicos, como metodología, relación profesor/alumnos, recuerdos importantes, mensaje que les dejé para el futuro, entre otros. Les digo que me puse a llorar al leer, principalmente cuando una alumna dijo que el momento más importante para ella fue el día que llegué toda mojada en la clase y no dejé de impartirla, ella aprendió conmigo que pesar de las dificultades no se debe desistir de nada. Otro momento que me emocionó mucho, fue cuando los alumnos se refirieron a mi personalidad diciendo que yo era una persona difícil de encontrar, una joya de persona, un amor. Otros se refirieron, como en la Práctica I, a mi paciencia con ellos, que yo explico hasta ellos comprendieren, pero cuanto a eso pienso que es la obligación del profesor, ya que cada uno tiene su tiempo de aprendizaje. Es muy importante para mí saber que deje algo para ellos.
Entonces a la hora de la fiesta, hicimos una mesita rotonda y nos pusimos a comer y charlas un poquito. Ellos hicieron muchas preguntas acerca de lo que yo iba a hacer por delante, si yo no volvería a la escuela en el próximo año, aproveché el momento y les dije que yo iba a seguir estudiando hasta pasar en un concurso, quién sabe yo  no volvería como concursada a la escuela y les dije que no pararan allí, que fuesen adelante porque tenían mucha capacidad e interés, que ni ellos conocían. Así, me prometieron de estudiar hasta llegar a la universidad. Cuando me estaba yendo, un alumno me dijo que nunca había pasado por una profesora como yo y para no llorar, me apresé para salir de la clase. Solo les dejé mi mail, caso necesiten de una ayuda en Portugués o Español y me fui.
Como ya dije esa fue la mejor práctica que ya hice, relacionado a los alumnos, profesores y funcionarios de la escuela, que siempre nos recibieron tan bien. Yo creo que sé porque, aprendí a actuar no solamente con el conocimiento pero con el corazón, ya que no somos maquinas y estamos interactuando con seres humanos. Yo, en el inicio de la práctica iba a compartirles una cosa, pero resolví dejar para la última reflexión.  Cuando yo hice mi primera práctica, en el magisterio, yo tenía unos diecisiete o dieciocho años, para me sacar una buena o la mejor nota, como ocurrió, yo me mataba haciendo los mejores materiales, las clases más elaboradas posibles, todo yo quería lo mejor. Al final conseguí lo que yo quería, la mejor nota, pero un problema pienso hasta hoy, yo trababa con chicos y chicas de ocho o nueve años, y les trataba como máquinas, nunca hice lazos de amistad con ellos, ni tuvo el cariño que todo el alumno necesita de la profesora. ¿Lo qué gané con eso? Nada, solo una culpa. ¿Qué mensaje les pasé? Sé que se acuerdan de mi porque hasta hoy me cumplimentan, pero ¿será que les dejé algún mensaje para sus vidas? Creo que no. Pero, también pienso que la culpa no era solamente mía, ya que yo no tenía madurez aquella época y era la primera vez que practicaba. A partir de eso, resolví que yo iba a importarme más con el psicológico de los alumnos además del conocimiento, pues el profesor no debe ir allá del conocimiento y dejar un bueno mensaje para toda la vida del alumno.
Para finalizar, les comparto que fue una experiencia maravillosa, pesar de todas las preconcepciones y descreencias que yo tenía acerca de enseñar Español, pues yo no sabía ni para mí, además todos mis problemas y dificultades. Me pongo muy contenta en salir de la práctica y saber que en esa asignatura todos los alumnos están aprobados, con buena nota y ya escriben y arriesgan hablar un poquito en Español. Solo me resta, agradecer al ángel que me incentivo, ayudo y me acompañó durante toda la práctica, Profa. Valesca, un inmenso agradecimiento. Mi historia como maestra no se termina por acá, si Dios permitir, yo seguiré, después de la titulación, trabajando con los que me encantan, seres humanos. Termino mi reflexión con la última foto con mis alumnos.